En la actualidad se pueden visitar dos exposiciones temporales en el Museo del Grabado Español Contemporáneo.
La primera de ellas titulada "Lecturas cruzadas en la Colección UC de Arte Gráfico", recoge una selección de cuarenta y una estampas de la Universidad de Cantabria. "El interés de esta exposición no radica, evidentemente, en la relativa novedad de su contenido sino en la forma en que las estampas están relacionadas entre sí" son palabras de su comisario, Javier Gómez, escritas para el catálogo de la muestra. Así, en otro punto del texto continúa "cada estampa matiza y enriquece su significación con el auxilio de la que tiene a su lado". Esta exposición se puede visitar en las salas Capilla y Vilató hasta el día 29 de septiembre.
La segunda muestra, se puede visitar en la Sala Múltiple hasta el próximo 21 de enero y recoge, bajo el título "La belleza inquietante", una selección de las últimas fotografías digitales realizadas por la artista Lía G. Exposición en la que la artista juega con la ausencia del rostro del retratado, creando un halo de misterio y planteando reflexiones estéticas y relaciones de incertidumbre con el que mira.
La primera de ellas titulada "Lecturas cruzadas en la Colección UC de Arte Gráfico", recoge una selección de cuarenta y una estampas de la Universidad de Cantabria. "El interés de esta exposición no radica, evidentemente, en la relativa novedad de su contenido sino en la forma en que las estampas están relacionadas entre sí" son palabras de su comisario, Javier Gómez, escritas para el catálogo de la muestra. Así, en otro punto del texto continúa "cada estampa matiza y enriquece su significación con el auxilio de la que tiene a su lado". Esta exposición se puede visitar en las salas Capilla y Vilató hasta el día 29 de septiembre.
La segunda muestra, se puede visitar en la Sala Múltiple hasta el próximo 21 de enero y recoge, bajo el título "La belleza inquietante", una selección de las últimas fotografías digitales realizadas por la artista Lía G. Exposición en la que la artista juega con la ausencia del rostro del retratado, creando un halo de misterio y planteando reflexiones estéticas y relaciones de incertidumbre con el que mira.
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